El día lunes 21 de octubre de 2024 por la mañana, se llevó a cabo la Conferencia de prensa Jornada de movilizaciones en solidaridad con las comunidades zapatistas, en la sala Julián Carrillo de Radio UNAM en la Ciudad de México y transmitida por Facebook de Camino al andar.

Esta conferencia fue convocada por el Espacio de coordinación nacional, “alto a la guerra contra los pueblos zapatistas” en respuesta al comunicado del EZLN del 16 de octubre donde denunció agresiones y amenazas contra sus bases de apoyo en el poblado “6 de octubre” del Caracol IX que desde hace semanas se encuentra parte de su territorio ocupado y cercado por hombres fuertemente armados que amenazan con desalojar a las familias que desde hace 3 décadas viven y trabajan esas tierras.

Estuvieron en la mesa la actriz Julieta Egurrola, el cineasta Kyzza Terrazas, Lic. Carlos González, integrante de la comisión de coordinación y seguimiento del CNI (Congreso Nacional Indígena), Isabel Valencia de la Comunidad otomí residente en la Ciudad de México y delegada del CNI, la Red de Europa Insumisa y el Compañero de la Organización Popular Francisco Villa de izquierda independiente. Moderó la mesa, la compañera Rosa María Barajas.

Carlos Gonzalez, integrante de la comisión de coordinación y seguimiento del CNI (Congreso Nacional Indígena) denunció “el crecimiento y la intensificación de la violencia de esta guerra, que ya dura meses, años, en Chiapas y en el país”. Y el asesinato del Párroco Marcelo Pérez Pérez el día de ayer intensifica la alarma en lo que ocurre en Chiapas.

“Chiapas está en guerra, México está en guerra” y mencionó diversos casos, como las agresiones a integrantes del CIPOG-EZ en Guerrero, en Santa María Ostula, en la comunidad indígena de Coiré en Michoacán (asesinatos, desapariciones, agresiones sexuales a comuneras, robo), en el norte de Nayarit (poblaciones desplazadas), en la sierra Tarahumara (desplazamientos), “es la guerra que se vive en Sinaloa, Jalisco Colima, Guanajuato, y en muchas otras regiones de este país.”

“Queremos denunciar (...) que no es que haya complicidad simplemente de las instituciones o de funcionarios del Estado mexicano con los cárteles criminales (...) es más que eso, es algo, que desde hace años han venido denunciado organizaciones sociales, ido denunciando organismos de derechos humanos, académicos, investigadores especializados en el tema. Es que las instituciones del Estado mexicano, del color que sea, están penetradas por los cárteles criminales. Y los cárteles criminales están siendo utilizados como instrumentos para la ocupación de los territorios de los pueblos y comunidades, no sólo indígenas, de este país.”

“Se permite la ocupación de la frontera con Guatemala, sin que exista una acción determinante del Estado mexicano para detener la cruenta guerra que se vive en esta parte del país (Chiapas), con centenas de personas desaparecidas, sobre todos jóvenes, asesinadas, poblaciones abandonadas o semi-abandonadas, como frontera Comalapa, comercios abandonados, las instituciones educativas sin dar los servicios y centenas, seguramente miles de personas desplazadas. Esto que ocurre en esta región del país (Chiapas), se reproduce, tal vez con menor intensidad, pero se reproduce a lo largo de nuestro país y de manera destacada en las regiones indígenas de este país, y de una manera significativa donde hay intereses económicos sobre territorios determinados.“ Agregó “...lo que vemos no es la simple complicidad, o la omisión, o la ineficiencia de las instituciones del Estado mexicano. Las instituciones del Estado mexicano (...) están atrapadas por intereses criminales y por estas políticas orientadas al despojo, a la ocupación de los territorios de pueblos y comunidades enteras de este país.”

Carlos González mencionó que lo anterior sucedió con los gobiernos anteriores y sigue pasando, motivados por los intereses que generan los grandes megaproyectos como el Tren Maya, el Corredor interoceánico del istmo de Tehuantepec, para beneficiar intereses de corporaciones multinacionales, entre ellas las estadounidenses y también a corporaciones multinacionales de grupos criminales.

La actriz Julieta Egurrola junto con el cineasta Kyzza Terrazas, leyeron conjuntamente el pronunciamiento alto a la guerra contra los pueblos zapatistas, firmado por cientos de personas, activistas, colectivos de América, de la Europa insumisa y de otras partes del mundo. Julieta mencionó que este pronunciamiento va dirigido a “A quienes no ven la guerra con indiferencia”.

La Red Europa insumisa (a distancia, en línea) compartió su posicionamiento, donde mencionan que están profundamente indignados, preocupados y en alerta ante las amenazas a las comunidades zapatistas. Menciono que siendo Chiapas uno de los estados con mayor presencia militar en el país, la violencia que se vive en este estado, demuestra el fracaso de la política de seguridad nacional, y la omisión del estado mexicano en resolver la crisis humanitaria en Chiapas y en garantizar los derechos de autodeterminación de los pueblos y sus derechos humanos. Menciono que continua la política etnocida del gobierno federal y la omisión de la justicia por parte de la 4T, marcada por la traición a los acuerdos de San Andrés. Menciono que la implicación del Estado y grupos criminales deja un vacío de poder que garantiza el avance de crimen organizado.

En su posicionamiento, la Red Europa Insumisa menciono que las amenazas a las bases de apoyo zapatista, los más de 15780 desplazados en Chiapas desde 2023, el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, el acoso a migrantes, las crecientes desapariciones negadas por los registros oficiales, son parte de una estrategia de intimidación y represión hacia las comunidades que defienden sus territorios y su autonomía.

La red insumisa, en donde convergen más de 10 países como sociedad organizada incluye sindicatos, organizaciones de sociedad civil, comunidades científicas y culturales, y muchas más colectividades, se suman a las denuncias a las bases de apoyo zapatista. Exhorta a los 3 niveles del gobierno mexicano a detener esta guerra de baja intensidad y a garantizar la seguridad y la paz a las defensoras del territorio, a las defensoras de los derechos humanos, a la sociedad civil organizada, como por ejemplo, a las madres buscadoras y a sus hijas e hijos desaparecidos y a las bases eclesiásticas, así como el respeto a los territorios y a los procesos autonómicos de los integrantes del CNI. La red insumisa estará atenta y seguirá apoyando a las bases de apoyo zapatista y denunciado esta guerra de baja intensidad que se vive en Chiapas y en México.

Isabel Valencia de la Comunidad otomí residente en la Ciudad de México y delegada del CNI mencionó que la comunidad otomí es originaria de Santiago Mezquititlan, Querétaro, con más de 50 años de residencia en la ciudad de México.
Mencionó que “a los gobiernos no les importa nuestra vida, sino sus megaproyectos” ni respetar nuestra lengua, usos y costumbres. Isabel menciono que “los pueblos originarios no cabemos en la Ciudad para los empresarios o para los que tienen dinero” y a “los gobiernos les interesa matarnos o criminalizarnos”, cuando defienden el territorio. “Estamos aquí para decirles a nuestros hermanos y hermanas zapatistas que no están solas, que no están solos”.

Mencionó que al padre Marcelo (Pérez Pérez) defendía la vida y el territorio y que delito fue haber sido indígena, decir que organizados vamos a poder defendernos todos, “por eso lo asesinaron”. También menciono que los pueblos indígenas están para la defensa del territorio “y no dejar que estos megaproyectos estos megaproyectos avancen y acaben con la vida.”

Invitó a los pueblos a sumarse al “Ya basta de esta guerra contra los zapatistas” y dijo que hacen responsables a los 3 niveles de gobierno de lo que pase a los zapatistas. La otomí agregó “ Vamos a seguir luchando.

“Estamos en contra de esta guerra (…) los 3 niveles de gobierno…. Son los que tienen esa facultad de parar esta guerra”. Menciono que el gobierno estmilitarizando al país, según para defendernos, pero eso no es cierto. Mencionó que “estamos en contra de esa guerra” y “Juntos y organizados, el gobierno nos tiene miedo.”

El Compañero de la Organización Popular Francisco Villa de izquierda independiente, la dirección colectiva de la Organización también se suma a que se detenga la violencia a las comunidades zapatistas y haya justicia. La Organización Popular, con 9 comunidades en la ciudad, deciden con quien caminar, resisten y siguen creciendo y construyendo comunidades “alejadas de los partidos políticos electorales y de cualquier estructura del Estado” llevan a cabo procesos de autonomía y mencionó “ es nuestro delito”. Dijo que las comunidades zapatistas también siguen procesos de autonomía y por eso son agredidas.

Una obligación y un deber “(…) Nosotros no somos de esos 35 millones de personas que estamos creyendo en la mentira (…)” sino creen en la posibilidad de construir “ Proyectos de vida digna, proyectos de vida nuevos” “Somos de la ciudad, donde La tierra se crece para arriba (…) seguiremos con la denuncia, la exigencia, la rebeldia, resistencia, la firmeza y la dignidad".

La compañera Otomí Isabel menciono las actividades de la JORNADA DE LUCHA CONTRA LA GUERRA A LOS PUEBLOS ZAPATISTAS Del 17 al 26 de Octubre, 2024. Menciono que la rodada del día de hoy no se realizó por las condiciones climáticas (lluvia).

Mencionó que se realizará la marcha el jueves 24 de octubre a las 16:00 hrs, del antimonumento +43 al zócalo de la Ciudad de México. E se mismo día se estarán llevando actividades similares en otros estados (de la republica mexicana) así como a nivel internacional.

Y también Isabel recordarle a la presidenta de México Claudia Sheimbaum “que no llegamos todas”, “ no llegaron nuestras hermanas zapatistas”, “no llegamos las comunidades indígenas,” “llegaron quién quiso que ella que llegaran”, “ no llegaron la mujeres indígenas otomís residentes en la ciudad de México”, “no llegaron los padres de Ayotzinapa, no llegaron las madres buscadoras, nos miente y decirle que ella no nos representa” y que el bastón de mando que le dieron, fue una simulación.

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PRONUNCIAMIENTO ALTO A LA GUERRA CONTRA LOS PUEBLOS ZAPATISTAS

A quienes no ven la guerra con indiferencia

“Chiapas al borde de la Guerra Civil” fue el título del comunicado del EZLN del 19 de septiembre de 2021, hoy Chiapas es un campo de Guerra Civil. Según acaba de denunciar el propio EZLN el pasado 16 de octubre, desde hace semanas pobladores de la comunidad llamada Palestina en Chiapas han amenazado a los habitantes del poblado Zapatista “6 de octubre” con armas de alto poder, violaciones de mujeres, quema de casas y el robo de sus pertenencias cosechas y animales para desalojarlos de las tierras que ocupan y trabajan en forma pacífica, desde hace más de 30 años.

Los pobladores de esa comunidad llamada Palestina han señalado que hay presiones del crimen organizado para que sean desalojados las y los compañeros zapatistas y que existe un acuerdo del crimen organizado con los distintos niveles de gobierno para dar carácter de “legal” a este despojo.

Desde 2021 el EZLN ya había advertido de los vínculos entre el gobierno de Chiapas con los cárteles de la droga y denunciaban desde entonces el crecimiento del narcoparamilitarismo que tiene ahora a Chiapas sumergido en la más sangrienta violencia. En Chiapas el narcoparamilitarismo está despojando el territorio y como lo mencionan loas compañeroas Zapatistas opera junto con los diversos niveles de gobierno para legalizar estos despojos. Las mismas tierras que el EZLN liberó de manos de los finqueros en 1994 son las que ahora los gobiernos de los tres niveles pretenden, favoreciendo pasiva o activamente los despojos y la violencia, poner nuevamente en manos de criminales.

En México la guerra no solo no terminó, se ha recrudecido en algunos estados y uno de ellos es Chiapas, la gestión de la guerra que está haciendo el gobierno ha consistido en el despojo del territorio, en la criminalización de la rebeldía y claro, en un discurso que minimiza las atrocidades y justifica el creciente e ineficaz militarismo, como lo ha probado la ininterrumpida militarización en Chiapas. La guerra del narco que ensangrentó la frontera norte de México y poco a poco todo el país, ahora se extiende hacia el sureste y la frontera sur, y ahí los intereses criminales extractivistas, narcoeconómicos y contrainsurgentes de arriba confluyen y se convierten en una guerra narcoparamilitar particularmente hostil en contra de las Comunidades Zapatistas, mientras la Guardia Nacional y el resto de las Fuerzas Armadas no solo solapan estas prácticas criminales sino que las protegen y por otro lado asesinan a migrantes.

Como lo dice el Subcomandante Moisés en el más reciente comunicado del EZLN, la situación es más grave de lo que lo que se alcanza a ver, el riesgo que implican estas amenazas les ha llevado a suspender todo tipo de comunicaciones y a contemplar la cancelación de los encuentros que habían anunciado para éste y el próximo año.

Chiapas ha vivido una guerra de baja intensidad por 30 años desde la presidencia de Carlos Salinas, México ha vivido una narcoguerra por casi 20 años desde la Presidencia de Felipe Calderón y tras tres años de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador el EZLN advirtió el recrudecimiento de la violencia favorecida por el gobernador Rutilio Escandón y una posible guerra civil en Chiapas, a poco más de dos semanas de la presidencia de Claudia Sheinbaum Chiapas está en un escenario de guerra civil y uno de los pocos rincones de dignidad que le quedan a México y al planeta, el territorio Zapatista, es nuevamente acechado por la muerte y la destrucción. Como dice el comunicado del EZLN: “ésta es la realidad de la ‘continuidad con cambio’ en los malos gobiernos”.

Quienes firmamos ésta carta nos encontramos profundamente indignadoas, preocupadoas y en alerta ante lo que está ocurriendo en los territorios zapatistas de Chiapas. Llamamos a quienes todavía creen que la dignidad y la rebeldía son el camino hacia la esperanza a denunciar lo que ocurre y a presionar al gobierno Mexicano y al gobierno de Chiapas para que detengan estas agresiones y estos crímenes, suspendan todo apoyo a organizaciones narcoparamilitares sin que continúen con el militarismo y la militarización como presunta salida. Esta dinámica de guerra obstaculiza la posibilidad de que las comunidades zapatistas sigan construyendo desde su autonomía y desde el común esa realidad esperanzadora que ellas, ellos, elloas llaman cotidianidad, para que en su espejo podamos vislumbrar las veredas para sobrevivir el colapso y pensar en el día después.

Desde varios rincones del planeta tierra

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